En el presente artículo describiremos algunas claves para que el proyecto de adquirir una vivienda propia no sea un camino tortuoso lleno de adversidades y con alto desgaste económico que nos demande por muchos años gran parte de nuestros ingresos por falta de una planeación y organización financiera que nos ayude a que dicha adquisición no sea catalogada una compra emocional sino por el contrario pueda ser considerada una decisión en conciencia. Por consiguiente, iniciaremos abarcando lo que puede considerarse como los fundamentos básicos en este camino, y nos referimos con ello a la generación de una educación y planificación financiera donde agrupamos varias categorías de interés. Adicionalmente, expondremos los diferentes auxilios que existen hoy en Colombia y que contribuyen a economizar en el pago de una vivienda al menos a un cierto tipo de segmento de la población. Finalmente, aterrizaremos en lo correspondiente a la oferta de valor que hoy en día constituye servicios de consultoría financiera especializada ofrecidos por diferentes compañías que actúan en su calidad de ser brókeres financieros, quienes ofrecen la posibilidad de optimizar los créditos de carácter hipotecario reduciendo sus costos financieros en gran medida incluso hasta en un 50%.
Nuestra vida financiera es un motor bien engrasado que le ayuda a seguir adelante, y tiene una gran cantidad de piezas que van a hacer que funcione sin problemas. Con esto en mente, puede ser útil desglosar el conjunto en diferentes áreas para que pueda saber dónde y cómo tiene que centrarse para ampliar su conocimiento.
Lo dividimos en ocho categorías básicas:
1.El presupuesto representa su capacidad para comprender los temas que se relacionan con el manejo diario del dinero. Incluye conceptos como: fuentes de ingreso, gastos fijos/flexibles/ discrecionales, y obligaciones de pago mensuales.
2. Generación de ahorro es la capacidad para guardar dinero y asignar fondos para invertir en su futuro. Eso significa que usted tiene que entender conceptos como cuentas de ahorro, intereses, rendimientos, e incluso los temas de inversión como la de los valores.
3. Manejo de necesidades básicas es cuando usted tiene la capacidad de manejar todos los costos relacionados con las necesidades de la vida, como la vivienda y el transporte. Esto significa la gestión de facturas mensuales, e incluso entender los seguros.
4. Banca se refiere a los detalles del manejo de sus cuentas. Esto significa que usted necesita tener la capacidad de entender sus cuentas, cómo funcionan, y los cargos, tasas o términos que son aplicables.
5. El manejo de costos de cuidado de salud puede ser complicado, porque se trata de temas complejos tales como los seguros médicos, deducibles y los niveles de cobertura. Los costos médicos tienen maneras de arruinar incluso los presupuestos más estables si usted no tiene una buena base de conocimientos sobre este tema.
6. El manejo de deudas es su capacidad para asumir deuda de forma efectiva, entender los términos y tarifas que se aplican a cosas como los préstamos y tarjetas de crédito. Sin una comprensión sólida, la deuda puede fácilmente abrumar sus finanzas.
7.El manejo del crédito es su capacidad para administrar y mantener su perfil de crédito. Eso incluye su puntaje de crédito, reportes de crédito, y cómo interactuar con las agencias de crédito si usted tiene un problema. Las leyes sobre el crédito están en constante evolución.
8. La planificación del retiro en realidad incorpora varios de los temas anteriores como son el presupuesto y el ahorro, pero luego aplicados a la planificación financiera a largo plazo que se requiere para la estabilidad en sus años dorados. Usted tiene que entender conceptos especiales como 401 (k) y cuentas IRA y su correspondencia con los programas de los empleadores.
La educación financiera es un proceso que nos permite entender conceptos financieros, aprender a utilizar productos y servicios bancarios y desarrollar las habilidades y la confianza necesarias para adquirir una mayor concienciación de los riesgos y oportunidades que representan. Con estos conocimientos y habilidades podremos tomar decisiones financieras informadas y adoptar medidas efectivas para mejorar nuestro bienestar.
En definitiva, se trata de entender y aplicar de forma adecuada toda esta información. A lo largo de nuestra vida, nos encontraremos en momentos clave en los que necesitaremos utilizar productos y servicios financieros para cumplir nuestros objetivos y sueños, como estudiar un máster, comprar una vivienda, emprender una aventura empresarial, tener hijos, jubilarnos… En estos momentos, esta formación será fundamental para tomar las mejores decisiones y estar mejor preparados en el caso de eventualidades.
La educación financiera no tiene edad: todos podemos mejorar estos conocimientos en cualquier momento de nuestras vidas. La educación financiera una tarea de todos. La alfabetización financiera de la sociedad es una responsabilidad compartida en la que deben intervenir las familias, el sistema educativo, las instituciones financieras, los reguladores y la sociedad en general. Es importante aprender sobre finanzas básicas desde una edad temprana en nuestros hogares, en el colegio y durante toda nuestra vida educativa y laboral.
También podemos ser autodidactas y dedicar tiempo a aprender sobre esta materia en las redes sociales como youtube o instagram o visitando blogs de expertos o consultando a asesores financieros personales.
Desde hace tiempo, los gobiernos han tomado conciencia de su importante rol en este asunto y son ya muchos los que han desarrollado estrategias nacionales de educación financiera. Cabe destacar por ejemplo el Plan Nacional de Educación Financiera de España creado en 2008 por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores al que se ha sumado recientemente el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. El plan cuenta con el portal Finanzas para todos que incluye conceptos básicos, tips y herramientas para el manejo de las finanzas. También son interesantes las estrategias nacionales de educación financiera de México y de Colombia y los planes nacionales de educación financiera de Argentina y de Perú.
Las entidades financieras, por otro lado, son muy activas en la formación de sus clientes en educación financiera. Algunas también desarrollan sus propios programas de educación financiera o participan en los programas desarrollados por las asociaciones bancarias como el de la Asociación Española de Banca. Como por ejemplo en el caso de Colombia la entidad financiera Bancoomeva ha adelantado una campaña de educación financiera en pro de sus usuarios.
Antes de finalizar esta primera parte de nuestro presente contenido de interés consideramos importante aterrizar en dos conceptos fundamentales que tienen relación directa con la educación financiera, los cuales son:
Bienestar Financiero: Se refiere al estado general de salud financiera y al equilibrio entre los ingresos y los gastos, la capacidad de satisfacer las necesidades básicas y disfrutar de una calidad de vida razonable sin estrés financiero. Puede incluir tener un presupuesto sólido, la capacidad de ahorro, la gestión de deudas y el acceso a servicios financieros básicos.
Libertad Financiera: Es un estado más avanzado y específico en el que una persona ha acumulado suficientes recursos y fuentes de ingresos pasivos para mantener su estilo de vida deseado sin depender de un empleo tradicional. Implica la capacidad de vivir sin preocuparse constantemente por los ingresos y tener la flexibilidad de tomar decisiones financieras y de estilo de vida basadas en elecciones personales en lugar de necesidades económicas.
En resumen, el bienestar financiero se centra en la gestión diaria y el equilibrio financiero, mientras que la libertad financiera representa un estado más avanzado en el que se ha alcanzado la independencia financiera a través de activos y fuentes de ingresos pasivos. Ambos son objetivos valiosos, y a menudo el bienestar financiero es un paso importante en el camino hacia la libertad financiera.
A continuación, pasaremos a ilustrar los diferentes subsidios que hoy existen en Colombia y que pueden ser considerados como de gran ayuda en una inversión de compra de vivienda, pues los mismos aportar a reducir y flexibilizar el pago de la misma, unos en la medida que representa una ayuda económica y otros flexibilizan y atenúan el costo financiero de los créditos de carácter hipotecario que nos vemos enfrentados a adquirir dentro del proceso de compra de una vivienda.
Subsidios antes del crédito
Es importante recordar que según lo establecido por la ley de vivienda 546 del 1999 el solicitante de un crédito hipotecario se ve enfrentado a la necesidad de haber generado un ahorro previo equivalente al 30% del valor de la vivienda que proyecta o visualiza comprar independientemente si es vivienda nueva o usada.
Para el caso de la vivienda nueva observamos la existencia del subsidio que otorgan las cajas de compensación familiar existentes a nivel nacional, esta ayuda facilita la adquisición o construcción de una solución de vivienda o el mejoramiento de la misma, estos subsidios se entregan a aquellas personas que sus ingresos sean inferiores a cuatro SMLMV”